El debate constitucional y su dimensión medioambiental no sólo responde a los desafíos que tenemos hoy como país respecto de la crisis del cambio climático, el uso y aprovechamiento de recursos naturales y los conflictos socio ambientales vigentes, es necesario que el debate contemple también una mirada de futuro: cómo conjugar la conservación del medioambiente y el desarrollo de Chile.
Es necesario que el debate contemple también una mirada de futuro: cómo conjugar la conservación del medioambiente y el desarrollo de Chile
La sola posibilidad de que el hidrógeno verde, como energía limpia pueda llegar a reemplazar los combustibles fósiles y la riqueza que tenemos como país respecto de recursos renovables como la energía solar, eólica, entre otras, abre esta oportunidad de conjugar un nuevo tipo de desarrollo económico. De hecho, ya existe una Estrategia nacional presentada a finales del año pasado y una moción parlamentaria presentada que busca que el hidrógeno verde sea considerado como bien nacional de uso público, dando cuenta de la emergencia del tema.
Janice Lin, Directora ejecutiva y fundadora de la Coalición por el Hidrógeno Verde, plantea en este artículo que el hidrógeno verde “cambia las reglas del juego” esto, porque “el desarrollo de esta energía limpia supone una transformación donde no solo se involucra a una mayor cantidad de actores, sino también donde las instituciones públicas deben jugar un rol preponderante en diseñar el mercado”.
Pero para que estos buenos augurios sean realmente un beneficio para el futuro de todos y todas en nuestro país, es necesario que el nuevo marco constitucional contemple en su formulación esta oportunidad única que tenemos como país.