El próximo 10 de octubre, Paraguay estrenará el voto electrónico en sus elecciones municipales. Entre las bondades que espera demostrar con el nuevo sistema, están la fiabilidad y auditabilidad y transparencia de las máquinas que ha adquirido para implementar el sistema.
El Servel ha descartado la implementación de voto electrónico, pues, a su juicio, no se puede garantizar la autentificación
¿Pero de qué se trata el voto electrónico? Puede ser, por un lado, un voto que se emite presencialmente, en puntos específicos de votación, a través de máquinas que, conectadas entre sí, pueden auditar de inmediato un resultado. En algunos casos, también se emite una papeleta que se deposita en una urna, a modo de certificación física. Por otro, puede ser un sistema de voto remoto, en el que cada persona se conecte a través de internet a una plataforma en la que emite un voto.
Experiencias de voto electrónico, parciales o nacionales, han sido implementadas en países como India, Estados Unidos, Argentina o Brasil, y su implementación no ha estado exenta de polémicas.
¿Y en Chile? El voto electrónico solo se ha usado para consultas locales, a través del sistema de voto remoto. El SERVEL ha descartado la implementación de voto electrónico, pues, a su juicio, no se puede garantizar la autentificación (es decir, que quien está tras la pantalla sea realmente quien dice ser) y que esté votando de manera secreta y libre, elementos clave establecidos en la Constitución.