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Vínculos de confianza para una relación democrática

07/05/2021

Desde que Georg Simmel -filósofo y sociólogo alemán- planteara el papel clave que juega la confianza como fuerza socializadora, se ha escrito y teorizado mucho respecto de la confianza, cómo esta se destruye, cómo impacta en las relaciones entre las personas y de ellas con las instituciones. Si bien la confianza interpersonal es distinta a la confianza política, para muchos autores están relacionadas y quien confía en el otro tiende a tener más confianza en la política y sus instituciones.

En la actual crisis de legitimidad de las democracias, hay cierto consenso de que no es posible superarla sino es a partir de aumentar la confianza de los ciudadanos con sus instituciones y quienes forman parte de ellas. El problema es el cómo, porque al igual que cuando alguien traiciona nuestra confianza no es fácil volver a confiar, necesitamos pruebas concretas y ¡qué difícil ese proceso con las instituciones políticas!

En la actual crisis de legitimidad de las democracias, hay cierto consenso de que no es posible superarla sino es a partir de aumentar la confianza de los ciudadanos con sus instituciones y quienes forman parte de ellas.

Para el historiador francés, Pierre Rosanvallon, la clave para superar la actual crisis de la democracia estaría en elegir “gobernantes” o representantes que encarnan los elementos que son constitutivos de la confianza, los dos esenciales son la integridad -que da una información importante sobre la calidad de las personas- y el hablar veraz -que permite construir el tipo de relación cognitiva constitutiva de confianza-.

Este autor da cuenta de un tema clave: se dice que vivimos en democracia tan sólo porque votamos en las elecciones, pero que no se nos gobierna de forma democrática, porque la acción de los gobiernos no obedece a reglas claramente establecidas de transparencia, de ejercicio de la responsabilidad, de responsividad o de escucha a los ciudadanos

Pareciera entonces que para construir instituciones íntegras y veraces hay que empezar por aumentar la participación de los ciudadanos y ciudadanas y mejorar los mecanismos de transparencia y control en la función pública. Que las instituciones políticas sean espacios efectivamente democráticos todo el tiempo, no sólo cuando hay elecciones.


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