Garantizar el derecho a una educación de calidad no es sólo un imperativo ético y una apuesta por la igualdad de las personas, es también apuntar a la sociedad que queremos construir porque el capital humano de un país es sin lugar a duda una de sus mayores riquezas.
Javier Gonzalez economista y especialista en educación plantea la correlación que existe entre educación y productividad y afirma tajantemente que “no se puede aumentar la productividad si no mejoramos la educación”
Así lo han planteado economistas como Theodore Schultz y Gary Becker, haciendo ver que la educación es una “inversión” que no solo otorga beneficios y satisfacciones a las personas, sino también incrementa su capacidad y su calidad productiva, beneficiando con ello al conjunto de la sociedad. En este blog del Banco Mundial puedes acceder a más información.
Para enfrentar este desafío diferentes organizaciones y especialistas consideran que es clave poner acento en la innovación educativa y en prácticas que han mostrado éxito en otros países del mundo. En este artículo, Javier Gonzalez economista y especialista en educación plantea la correlación que existe entre educación y productividad y afirma tajantemente que “no se puede aumentar la productividad si no mejoramos la educación” y habla derechamente de la necesidad de pasar del los US$ 4.076 invertidos al año por niño en el sistema público, a al menos US$ 8.000 por niño al año, lo que en promedio invierten los colegios particulares en el país.