Una amplia mayoría de escaños para fuerzas independientes, caras nuevas, diversidad y paridad. Ese es el rostro que tendrá la convención constitucional, y su elección ha supuesto varias sorpresas y hasta terremotos:
Los partidos tradicionales fueron, en su mayoría, muy castigados con estas elecciones.
2) Castigo a los partidos tradicionales. Los partidos tradicionales fueron, en su mayoría, muy castigados con estas elecciones. Tanto el pacto de Chile Vamos como la Nueva Mayoría vieron mermados sus apoyos y su representación en la convención.
3) Preferencia por candidaturas independientes. Fuerzas ciudadanas aún en creación y listas de independientes concentraron la amplia mayoría de los votos.
4) Participación baja. En medio de altas cifras de contagio por COVID-19, la participación bordeó el 42,5%, lejos del 50,9% que se registró en el plebiscito de octubre del 2020 y menos que el 46% de las elecciones presidenciales de 2017.
La elección de una convención con escaños reservados para los pueblos indígenas supone el corpus más ciudadano, amplio y diverso que haya existido jamás para redactar la nueva constitución de Chile.